Sin duda, hoy es uno de los días más tristes para el mundo del automovilismo, María de Villota nos ha dejado esta madrugada mientras dormía. La piloto se encontraba en un hotel Sevilla donde iba a dar una conferencia. María fue, es y será un ejemplo de superación en mi vida y no puedo evitar sentirme triste por marcha. Cuando evoco su rostro se me viene a la mente una María sonriente, la imagen que más le caracteriza, con la que transmitía una alegría inusual. Seguramente que a ella no le gusta vernos así de apenados por su marcha, pero una mujer con su fuerza, coraje y ganas de vivir deja huella en toda una sociedad y es imposible no sentir este abatimiento por ella. Desde aquí transmitir mi más sincero pésame a toda su familia y desear que María, desde el cielo, les ayude a superar este duro momento. Descanse en paz.