Como viene siendo habitual en los últimos Grandes Premios, Lewis Hamilton (o mejor dicho, su monoplaza) ha sido más rápido que Fernando Alonso en la última tanda de la clasificación y, por lo tanto, queda por delante del español en la parrilla de salida. Con esto no quiero decir que McLaren esté favoreciendo al inglés, qué va, lo que pasa es que Hamilton tiene mucha “suerte” y todo le sale “genial”. Da igual que se salga del circuito, él tiene la “suerte” de que una grúa estará allí para devolverle a la pista y que la FIA, ante tal despropósito, mire para otro lado; da igual que por una rabieta infantil desobedezca las órdenes de su equipo en el G. P. De Hungría, perjudicando así a toda su escudería. Para rematar dicho comportamiento, el “adorable” Hamilton insulta a su jefe, pero no pasa nada, pide perdón y la “suerte” del novato vuelve a aparecer: Ron Dennis no sólo no le aparta del equipo, sino que encima le invita a pasar unas vacaciones en Mallorca, no sabemos si para premiarle por su “hazaña” o porque, simplemente, le encanta su compañía, si es el chico tiene una sonrisa tan adorable que anima todas las fiestas.



Por si no fuera poco, la FIA se inventa una infracción (no está en el reglamento) para que Fernando sea sancionado con 5 puestos de penalización; da igual que Hamilton provoque un accidente al no saber ir correctamente detrás del coche de seguridad, él tiene la “suerte” de que la FIA le eche la culpa a Vettel y sea el único sanción. A pesar de aparecer nuevas imágenes que dejan claro la culpabilidad del inglés, la FIA insiste en su inocencia y la única novedad que se produce es la retirada de la sanción a Vettel, ¡qué cosas!; y la “suerte” del inglés es tan poderosa que logra que todas las estrategias de su equipo siempre le acaben favoreciendo, incluso consigue que el monoplaza y los neumáticos de Fernando mostraran extraños comportamientos en varias carreras y hasta, en una ocasión, los mecánicos de Alonso no se dieran cuenta de que el propulsor de su monoplaza no estaba bien, menos mal que el español es un chico avispado, si no cualquiera sabe lo que le habría pasado en carrera... Y hoy dio igual que Hamilton interrumpiera a Raikkonen cuando realizaba su vuelta rápida, él tiene la suerte de que el equipo Ferrari, tras “pensárselo” un poco, no presentara una acusación contra el inglés. Pero quizá la mayor de las “suertes” de nuestro “adorable” Hamilton sea su color de piel ya que, el todopoderoso jefe de la F-1 Bernie Ecclestone, según se deduce de sus palabras, está encantado y entusiasmado con la posibilidad de que el próximo campeón del mundo de Fórmula 1 sea negro porque así habrá más personas enganchadas a este deporte y su cuenta bancaria irá en aumento... Quizá si se preocupase por crear una competición justa y sin intereses de por medio, esa afición que se fue apartando de la F-1, desencantada por las continuas injusticias e intereses creados, volvieran a sentir la pasión por este bello deporte. Quizá el propio Ecclestone tenga parte de culpa del bajón de audiencias...
Pero... a veces... la “suerte” deja de lado a Hamilton, ya que ni es judío, ni es musulmán, y eso es algo que le encantaría al mandamás de la F-1. Un handicap a tener en cuenta, pero, claro, no se puede tener todo y algo de “mala suerte” te tiene que tocar en la vida...